Muchos habéis tenido mascotas alguna vez, muchos habréis tenido mascotas adoptadas y/o rescatadas, todas ellas con un pasado y una historia que contar.
Lackye no es diferente. Lackye es mi perrita, actualmente tiene 4 años, fue adoptada un 1 de julio de 2012, con 3 meses de edad. Hoy voy a contaros su historia, tanto lo que hemos podido deducir a lo largo de los años con ella, como lo que nos han dicho veterinarios, su pasado y presente. A finalizar esta entrada, os contaré un proyecto que me gustaría realizar en la web y en el que todos aquellos con mascotas podrán participar.
Como os he dicho un poco más arriba, el 1 de julio de 2012, Lackye llegó a nuestra vida. Tenía 3 meses de edad, no andaba por nuestra casa, sino que se arrastraba tumbada por el suelo, con las orejas gachas. Parecía muy asustada. Cuando llegó, su nombre era otro, sin embargo, su nombre definitivo lo aprendió con rapidez. Mostraba inteligencia y miedo. Lackye pesaba menos de 1kg, un peso muy bajo para la edad que tenía y una vez puestas las vacunas, le tenía pánico a la correa, llegando a salirse del collar y escaparse.
Lackye tenía unas marcas muy peculiares en el cuello y debajo de las patas, eran cicatrices, donde ya no le crecía pelo. A día de hoy, sigue teniéndolas y el pelo nunca le ha crecido en esas zonas. Hablaré de ellas un poco más adelante.
Lackye proviene de un pueblo de Aragón, donde su primera veterinaria nos dijo que Lackye era mitad bulldog francés, mitad probable de schnnaucer. Lackye tiene un morro alargado, pelo un poco más largo y es ligeramente más alta que el bulldog francés de pura raza. Además de que le crecen barbas, rasgo característico del schnnaucer.
Diferencia entre la cabeza de un bulldog francés de pura raza y Lackye. Tener el hocico alargado en lugar de chato como su pariente más cercano, es una ventaja para ella, puesto que respira sin dificultad.
Hablemos ahora de sus cicatrices y marcas. Las tiene debajo de las patas delanteras, lo que para nosotros sería la axila y en el cuello. Una de ellas, claramente es una cicatriz de una herida que tuvo que ser suturada. Pero, ¿Cómo se hizo Lackye estas heridas antes de llegar a nosotros con 3 meses de edad? La respuesta vino de mano de nuestro veterinario de Pamplona. La primera vez que la examinó, no tuvo duda: Son marcas de rozaduras y quemaduras producidas por la fricción de una soga. Es decir, Lackye, en algún momento de su vida, estuvo atada con un arnés hecho de soga, lo que le produjo esas horribles heridas que hoy son cicatrices que dejan entrever lo duros que debieron ser sus tres primeros meses de vida.
Nuestra teoría, forjada a lo largo de los años es la siguiente: Cuando Lackye nació, la separaron de su madre y hermanos. Fue alimentada a biberón (dato que nos confirmaron sus anteriores dueños). Lackye en sus primeras semanas de vida, tenía un hocico chato, como los bulldogs de pura raza. Sus hermanos no, y por eso murieron en circunstancias ''desconocidas''. Lackye fue atada con un rudimentario arnés hecho de soga mientras crecía, para después poder ser vendida como un perro de pura raza, a pesar de que no lo sea.
Pero ocurrió algo inesperado: a Lackye se le alargó el hocico y ya no parecía un perro de pura raza. Puesto que ya llevaba tiempo con ellos, decidieron o bien regalarla, o bien matarla como a sus hermanos.
Afortunadamente, nosotros la recogimos. Creemos que Lackye no tuvo ningún contacto con perros en sus 3 primeros meses de vida, puesto que a día de hoy y durante toda su vida, le han dado miedo los miembros de su propia especie, y, aunque tratamos de adaptarla, nunca se acostumbra del todo. Lo que sí está claro es que le pegaron mucho. Siempre que quieres acariciar a Lackye en la cabeza agacha todo el cuerpo. Si ve personas mayores con bastón o muletas huye.
A día de hoy, Lackye vive feliz, es una perra muy miedosa hacia los desconocidos y muy protectora con nosotros. Se lleva bien con perros tranquilos, pero se asusta de los más inquietos y de los que le ladran. Sigue asustándose de ruidos u objetos extraños que ve por la calle. Adora ir en nuestra furgoneta y tumbarse en el sofá o en la cama con nosotros, es una perra muy juguetona y feliz. Su actividad favorita es dormir, es una perra muy casera y no muy aficionada a los paseos largos. Pesa aproximadamente 13 kg, atrás quedó esa perra diminuta y flacucha asustada de todo y de todos que llegó a nuestra casa hace ya 4 años.
Esta es la historia de Lackye, pero podría no haber acabado bien. Lackye podría haber muerto, o haber sido condenada al abandono, como miles de perros. Su vida fue dura antes de llegar a nuestra casa, pero podría haber sido peor.
A día de hoy, Lackye vive feliz, es una perra muy miedosa hacia los desconocidos y muy protectora con nosotros. Se lleva bien con perros tranquilos, pero se asusta de los más inquietos y de los que le ladran. Sigue asustándose de ruidos u objetos extraños que ve por la calle. Adora ir en nuestra furgoneta y tumbarse en el sofá o en la cama con nosotros, es una perra muy juguetona y feliz. Su actividad favorita es dormir, es una perra muy casera y no muy aficionada a los paseos largos. Pesa aproximadamente 13 kg, atrás quedó esa perra diminuta y flacucha asustada de todo y de todos que llegó a nuestra casa hace ya 4 años.
Esta es la historia de Lackye, pero podría no haber acabado bien. Lackye podría haber muerto, o haber sido condenada al abandono, como miles de perros. Su vida fue dura antes de llegar a nuestra casa, pero podría haber sido peor.
Esta es la historia de Lackye, pero seguro que muchos propietarios de mascotas pueden contar historias similares sobre sus amigos animales.
Quiero iniciar un proyecto en el cual, todos los propietarios de cualquier animal me cuenten su historia, cómo llegó a vuestras vidas, peculiaridades de vuestra mascota, miedos, aficiones, rarezas... Vamos a dar voz a animales que han superado dificultades, vamos a dar voz a esas historias que han podido acabar con un final feliz.
Ellos no pueden contarlas, nosotros sí. Está en nuestra mano concienciar, contar a toda la gente que se pueda las historias de nuestros amigos, darles visibilidad y tocar sus corazones. Que empaticen con estos animales que hayan terminado con final feliz, que vean que los animales realmente sufren y han sufrido.
Concienciemos de lo que sufren los animales ante determinadas situaciones, ante determinadas experiencias. Vamos a contar sus historias.
A lo largo de esta semana publicaré una entrada abriendo la nueva sección en el blog, os daré las bases para poder participar y contar las historias de vuestros amigos animales, pueden ser todo tipo de animales: perros, gatos, conejos, pájaros, reptiles, tortugas... También os explicaré con más detalle el proyecto, qué pretendo conseguir y hacer.
Espero vuestra participación, pero ellos la necesitan. Nos necesitan.
Quiero iniciar un proyecto en el cual, todos los propietarios de cualquier animal me cuenten su historia, cómo llegó a vuestras vidas, peculiaridades de vuestra mascota, miedos, aficiones, rarezas... Vamos a dar voz a animales que han superado dificultades, vamos a dar voz a esas historias que han podido acabar con un final feliz.
Ellos no pueden contarlas, nosotros sí. Está en nuestra mano concienciar, contar a toda la gente que se pueda las historias de nuestros amigos, darles visibilidad y tocar sus corazones. Que empaticen con estos animales que hayan terminado con final feliz, que vean que los animales realmente sufren y han sufrido.
Concienciemos de lo que sufren los animales ante determinadas situaciones, ante determinadas experiencias. Vamos a contar sus historias.
A lo largo de esta semana publicaré una entrada abriendo la nueva sección en el blog, os daré las bases para poder participar y contar las historias de vuestros amigos animales, pueden ser todo tipo de animales: perros, gatos, conejos, pájaros, reptiles, tortugas... También os explicaré con más detalle el proyecto, qué pretendo conseguir y hacer.
Espero vuestra participación, pero ellos la necesitan. Nos necesitan.
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