viernes, 1 de julio de 2016

León

  ¿Quién no conoce al león, el rey de la sabana, el felino por excelencia, el cazador supremo? Posiblemente, si alguien te pide que menciones un animal que viva en la sabana africana, menciones a este imponente felino.

Junto al tigre, es el mayor felino del mundo. Pesando entre 122 a 240 kg dependiendo del sexo y tamaño, y alcanzando velocidades que rondan los 58km/h, el león es una máquina de matar bien preparada.

Estos animales son muy sociables, viviendo en manadas conformadas por varias hembras y de uno hasta 3 machos adultos.



 Por lo general, los machos no participan en las cacerías, puesto que su trabajo en la manada es el de patrullar el territorio, proteger tanto a sus hembras como a sus crías y aparearse con ellas. Las hembras, en cambio, son las que realizan aproximadamente un 80% del trabajo de la manada. Son animales que prefieren cazar de noche, y pueden llegar a pasar 20 horas del día descansando y durmiendo. Los leones necesitan de 5 a 7 kg de carne al día, sin embargo, son capaces de consumir la mitad de su propio peso.

Los leones dividen sus sociedades por territorios. Cada territorio está custodiado por machos adultos, quienes lo patrullan constantemente y marcan con orina. En estos territorios también viven hienas, leopardos y otros carnívoros, quienes poseen otro tipo de orden social.

Las hembras entran en celo con relativa facilidad, varias veces al año, con 2 a 4 días de celo, siendo intervalos del mismo muy irregulares.

 Una vez la hembra acepte al macho dominante, se alejaran durante varios días de la manada, siendo inseparables durante ese tiempo, en el que copulan hasta 50 veces en un mismo día. La copulación es muy corta, apenas dura 20 segundos, en los cuales ambos leones emiten largos gruñidos. El macho debe ser rápido al finalizar, puesto que con casi toda certeza, la hembra le ataque.

Las hembras a punto de dar a luz se alejan por completo de la manada, dando a luz en un escondite para mantener a sus crías a salvo, cachorros que no llegan a pesar ni un 1% de su peso adulto. La madre los amamantará en ese escondite durante aproximadamente 2 meses, tiempo en el que la madre apenas se alimentará y dedicará todo el tiempo posible a sus retoños. A los 2 meses, tanto madre como hijos se integran en la manada y son presentados a su padre. Este acto es muy importante, puesto que el padre debe reconocerlos como sus hijos, o puede matarlos. Durante los 2 meses que pasan aislados de la manada, la madre se encarga de que sus cachorros se impregnen de su olor, facilitando así la aceptación de la manada.
Las hembras son muy solidarias respecto a la crianza de crías se refiere. Si varias hembras han tenido crías recientemente, probablemente amamanten cachorros que no son suyos para que sus madres cacen, turnándose así entre cuidar de los retoños y la alimentación. Todas las hembras de la manada cuidarán de los pequeños como si fuesen suyos.



Sobre los 4 meses de edad, los cachorros comienzan a combinar su alimentación a base de leche materna con carne, pese a que hasta los 6 meses no son destetados por completo.
Las crías no se separan de sus madres hasta cumplidos los 2 años de edad, durante ese tiempo, las hembras enseñan a sus cachorros a cazar y todo lo que deben saber para sobrevivir en su edad adulta. A los dos años, los cachorros machos deberán irse de la manada, convirtiéndose en leones nómadas en busca de una manada de la que apropiarse. Las hembras, en cambio, se suelen quedar en la manda de su madre toda la vida.



Los leones nómadas, suelen ser machos jóvenes que cazan furtivamente en territorios de otros leones. A veces suelen formar alianzas de dos machos, generalmente hermanos aumentando así las probabilidades de conseguir un territorio y hembras con las que aparearse.
Para apropiarse de un territorio, los leones nómadas deben enfrentarse y derrotar al león (o leones) dominante de esa manada, Si consiguen esto, tienen un territorio asegurado, sin embargo, las hembras se suelen mostrar recelosas del o los nuevos machos dominantes. Para asegurarse la aceptación, los nuevos machos matan a todos los cachorros menores de 2 años, eliminando así toda competencia y provocando que las hembras entren más rápidamente en celo para garantizar su propia descendencia.

Pocos son los machos de león que mueren por la edad, siendo difícil que en libertad superen los 7 años de edad. Sin embargo, las hembras adultas, pueden llegar a vivir hasta 15 años.

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